lunes, 15 de agosto de 2011

Tamales...



La palabra viene del vocablo náhuatl tamalli,  y para los españoles era una especie de pan sabroso y delicado, hecho con la masa del maíz. Se usaba la masa del nixtamal (con la que se aprovechaban mejor los nutrientes y se facilitaba su digestión), se envolvían y cocían al vapor. Había tamales de todos tipos: enrollados, mezclados, redondos con salsa, rellenos, grandes rellenos con aves enteras, pequeños, blancos, muy blancos, colorados, etc.

El tamal fue el alimento esencial tanto para reyes como para plebeyos. Se podía preparar tanto en ollas como en hornos bajo tierra. El más común era de tamaño mediano, del tamaño de una hoja de mazorca doblada. Había tamales para el tiempo de ayuno y se preparaban para pedir perdón al maíz por hacerlo nixtamal. Creían que con este ayuno el maíz podía rejuvenecerse.


 Dice Sahagún: "Comían tamales de muchas maneras, unos son blancos, hechos no redondos ni bien cuadrados, tienen en lo alto un caracol que les pintan los frijoles con que están mezclados". Otros son blancos y muy delicados, en el estado de Michoacán se les llaman corundas. Otros tamales eran rojos porque después de hacer la masa, los ponían dos días al sol y al fuego, en Oaxaca los hacen en hoja de plátano.

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